
La exposición se centra en La Novia, la gran pintura de Klimt, inacabada debido a su inesperada y prematura muerte en febrero de 1918. La exposición se contextualiza con numerosos dibujos a lápiz en los que Klimt había trabajado cuidadosamente muchas de las figuras de la pintura, así como con estudios adicionales hallados en el último cuaderno de bocetos del artista. Gran parte de estos estudios se exhiben ahora al público, lo que permite una comparación directa con la pintura. Como parte de los preparativos de la exposición, se realizaron análisis técnicos exhaustivos de la pintura, incluyendo radiografías, cuyos resultados también se presentarán.